¿Qué necesita España para ser un país competitivo en el sector laboral?

Comunicación Vértice

La formación de los ciudadanos es fundamental para el avance social, económico y político. Sin olvidar que la educación fomenta y consolida el espíritu crítico de la ciudadanía a fin de crear entornos cada vez más igualitarios y democráticos. Por ello, cuando un país como España aparece a la cola en el desarrollo del capital humano (formación y productividad de sus trabajadores), según el último informe del Foro Económico Mundial, es necesario reflexionar sobre las causas de esta problemática y ponernos manos a la obra para cambiar los datos.

Pero antes de analizar el capital humano, es preciso obtener una radiografía sobre la situación actual de la educación española. Nos centramos en tres aspectos destacables: la Formación Profesional, la Formación Superior (Másteres) y la Formación corporativa.

Según datos del informe ‘ Panorama de la Educación 2017’ (OCDE) sólo el 12{77afc9efaf1e088110fdf21acc2f61167a0e1e0fd7207170e17906c001b8cd31} de los alumnos españoles están matriculados en Formación Profesional, un dato poco alentador para una sociedad cuyo paro juvenil es uno de los más elevados de Europa a diferencia de otros países como Alemania, Dinamarca o Austria que sí han apostado por la Formación Profesional como una medida eficaz para disminuir el desempleo juvenil.

En España el porcentaje de alumnos de 18 a 24 años que estuvo escolarizado en e 2016 fue del 58 por ciento  de los cuáles un 18 por ciento no asistía a clase pero sí estaba trabajando y el 23 por ciento no realizaba ninguna de las actividades anteriores. Esto muestra una gran “brecha educacional” al ser uno de los países con mayor tasa de abandono escolar a edad temprana,  pero también con más jóvenes titulados universitarios. Debemos por tanto, encontrar las vías para fomentar la Formación Profesional y la cualificación de nuestros jóvenes.

En el caso de los programas máster, la tasa de matriculación en España es  del 15 por ciento por debajo de los porcentajes de la OCDE ( 23 por ciento) y de la UE (22 por ciento) Un dato revelador si tenemos en cuenta que el Ministerio de Educación ha establecido que los matriculados en másteres oficiales han aumentado un 77,7 por ciento en los últimos siete años. A pesar del crecimiento positivo, lo cierto es que queda un largo recorrido hasta igualarnos con nuestros vecinos europeos.

Entre las principales ventajas de estudiar un máster destacan la especialización y la competitividad laboral. Una oportunidad de reciclar conocimientos, adquirir nuevas competencias y desarrollar relaciones empresariales con profesionales del mismo sector. Además, en la mayoría de los procesos de selección de personal estar en posesión de esta titulación es clave para conseguir el puesto. Por ello, si estás pensando en realizar un máster, ahora puedes consultar nuestro catálogo formativo.

La inserción laboral de los jóvenes se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los gobiernos actuales. Sin embargo, la transición entre la finalización de los estudios y la primera oportunidad laboral está condicionada por la duración y la calidad de la enseñanza recibida así como a situación del mercado laboral y aspectos relativos al entorno socio-económico y la demografía.

Sin embargo, la formación no debe finalizar cuando se consigue el puesto de trabajo y es responsabilidad de las empresas promover y facilitar la formación corporativa a sus empleados. En el caso de España, la formación de los trabajadores sigue siendo una asignatura pendiente ya que en 2016 ha disminuido el porcentaje de empresas que deciden impartir formación a un parte o a todos sus empleados. Con un dato total de 367.770 empresas que sí apostaron por esta vía, es decir, un 16,3 por ciento menos que el año 2015 (Informe Anual de la Formación programada por las Empresas durante el año 2016).

La formación corporativa propicia la especialización de los profesionales que se convierten en perfiles cada vez más competitivos y comprometidos a través de una reducción del absentismo laboral. Del mismo modo, la formación online favorece el aprendizaje colaborativo a partir de sinergias profesionales que pueden aumentar la rentabilidad económica de las empresas. Y sobre todo, ayuda a disminuir la temida ‘fuga de talento’. En este contexto, el e-Learning puede ser una opción eficaz para las empresas ya que, además de abaratar permite flexibilizar la formación de sus empleados y mejorar la formación ofertada.

Las personas con un alto nivel educativo generalmente tienen mejor salud, están más comprometidas socialmente y tienen tasas de empleo más elevadas, así como retribuciones relativas mayores (Education at a Glance 2017). Por ello, la formación de los ciudadanos es una cuestión que no debe pasar desapercibida para los gobiernos a fin de reducir las altas tasas de desempleo y mejorar la competitividad laboral de las empresas tanto en el ámbito nacional como internacional.

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