El porqué del Protocolo Empresarial
El Protocolo se convierte en una poderosa herramienta para las empresas, sobre todo en etapas de crisis. Hoy en día, las empresas se enfrentan a un consumidor experimentado, cada vez más difícil de satisfacer y saturado por el exceso de información. En este contexto es una tarea ardua conseguir una ventaja competitiva sostenible, y por ello resulta cada vez más complicado conseguir clientes fieles y satisfechos. Sin embargo, todavía está vigente el cliente fiel y satisfecho con lo conocido. Éste es el que nunca falla y es el que aprecia el procedimiento de Actuación Protocolaria. La diferenciación ya no sólo radica en el precio y el producto en sí, son las relaciones y las experiencias de consumo las que añaden ese valor diferencial
Además de un servicio o producto, se deben ofrecer valores añadidos: buena imagen, atención personalizada, soluciones individuales, en definitiva hay que brindar un plus que atraiga al consumidor. En todo este cuadro de diferenciación es donde el Protocolo tiene mucho que aportar.
El Protocolo en la actualidad tiene hoy un componente de organización imprescindible para la empresa que no quiera ser un ente aislado sin relación de ningún tipo. Es la herramienta que permite ordenar las relaciones sociales de la empresa, empleados y directivos. Las normas de protocolo ayudan a mejorar la cuenta de resultados. Las técnicas protocolarias sirven para vender y mejorar las competencias. Contribuir al desarrollo personal y a aportar mayor competitividad.
El Protocolo incluye desde las normas de etiqueta y cortesía hasta las visitas de autoridades a la empresa, la celebración de almuerzos de trabajo o la firma de convenios con otras compañías o instituciones.
El objetivo que esta disciplina, en el ámbito empresarial, es convertir a los responsables/asistentes o invitados a cualquier evento, en un correcto anfitrión, basándose en unas simples reglas de cortesía.
El éxito de una empresa radica en ser diferente a las demás. Una diferenciación que se consigue estableciendo y manteniendo buenas relaciones y proyectando una imagen positiva que consiga la fidelidad y lealtad de los clientes.
El papel de la actuación protocolaria se ha convertido en el medio fundamental de diferenciación, surgiendo así la necesidad de creación de departamentos de protocolo que gestionen, diseñen y controlen la organización de actos para difundir los mensajes de la empresa.
El protocolo aporta a la empresa una serie de valores fundamentales, entre los que podemos destacar:
– Imagen. Ayuda a difundir la imagen de la empresa mediante actos y apariciones públicas.
– Proyección. Favorece la proyección social de la empresa
– Comunicación. Comunica los mensajes de la empresa de modo eficaz.
– Procedimiento. Establece unas normas y unas técnicas de organización
– Rentabilidad. Consigue incrementar los beneficios optimizando el resultado de cada acto.
– Prestigio. Ayuda a conseguir una imagen favorable de la empresa.
En definitiva, el protocolo permite hacer una diferencia en un mercado competitivo, contribuye al liderazgo, reitera el compromiso con la calidad y la excelencia y, a la vez, genera confianza.
Por Carlos Mohino Granados | Profesor en Vértice Business School
Muy buen post!
El Protocolo es un ámbito muy amplio, incluyendo desde normas de etiqueta y cortesía hasta el modo de actuación dentro de una determinada empresas. Las reglas de cortesía sirven para convertir a los asistentes del evento en un anfitrión perfecto.
Es un hecho que las empresas, hoy en día, pueden diferenciarse estableciendo y manteniendo buenas relaciones y proyectando una imagen positiva que consiga la fidelidad y lealtad de los clientes, gracias a la sociedad contemporánea tan exigente que se ha creado en el mercado actual.