Responsabilidad Social Corporativa, ¿una moda pasajera?
Todos vimos a principios de siglo XXI, cómo el boom de la Responsabilidad Social Corporativa empujaba a las empresas a implantar medidas de RSC a toda costa, aunque no se tuviesen muy claros los compromisos y las obligaciones que adquirían con la sociedad.
Poco a poco, cuando los días se iban haciendo más convulsos en las cuentas de resultados de las empresas, hemos visto cómo se “guardaban en los altillos” aquellos AZ llenos de buenas acciones con los planes y memorias de sostenibilidad de las empresas, porque dejaban de ser una prioridad, porque se veía como un gasto o como un “ladrón del tiempo” que no aportaba valor a la empresa a corto plazo.
Cuando hablamos de Responsabilidad Empresarial con directivos y empresarios, es difícil llegar a desacuerdos frente a las ventajas que reporta a la empresa (a todos nos contaron sus virtudes en las escuelas de negocio), pero la respuesta siempre es la misma: “Que las apliquen los grandes”. Sin embargo, en mi opinión, nos equivocamos en entender el concepto o nos dejamos llevar a ciegas en su día por las nuevas tendencias pensando que era un “adorno”, necesario, pero un “adorno”.
La RSC en la empresa debe ser considerada como un modelo de gestión, construida bajo el convencimiento de defender aquellos principios y valores éticos que la empresa tiene en la relación con todo su entorno, estando integrada en la cultura y en los procesos de la corporación Porque esa manera de entender la actividad empresarial no cambia por muy mal dadas que vengan las cosas. Las políticas de RSC son un compromiso voluntario, y como tal, podemos adaptar nuestros objetivos y acciones a la nueva realidad que vive la organización; no es un todo o nada.
En estos difíciles tiempos que vivimos, igual que pasara en los inicios de la RSC, el tejido empresarial debe contribuir en la medida de lo posible a mantener el Estado de Bienestar que construimos entre todos.
Nunca la Responsabilidad Social Corporativa fue tan rentable para las empresas como en momentos de crisis: Las hace sostenerse con garantías, diferenciarse y crecer.
Por Carlos Mejías García | Gerente en Fundación Vértice