Preparación, la llave del éxito
¿Qué sabes de nuestra empresa? ¿Qué puedes decirnos sobre ti? Probablemente la mayor parte de los que estáis leyendo esto habréis tenido un deja vu. Cuántas veces nos han hecho este tipo de preguntas en la temida entrevista de trabajo.
Calma, el entrevistador te esperará con una serie de preguntas que, casi siempre, puedes prever y preparar con antelación. Pero, ¿cómo identificar y responder las preguntas trampa?
Anticiparte a las preguntas
Recuerda esto no es un concurso de la televisión y no te van a preguntar cuál es el edificio más alto del mundo. Hay sólo tres áreas sobre las cuales te preguntarán: tu vida, el trabajo que estás solicitando y sobre la empresa en la que quieres entrar a trabajar.
Tu Vida
Deberías de ser un experto en este tema, incluso cuando a veces es difícil recordar qué hiciste o pensaste el último año. Si te has preparado para la entrevista, deberías de tener una idea bastante clara de qué están buscando. Por lo tanto, es importante ver todas las preguntas como oportunidades para demostrar que tienes las cualidades.
Observa tu vida como eventos claves y anticipa una pregunta para cada uno de ellos. Los entrevistadores están muy interesados en tu contribución personal, motivación y las lecciones aprendidas.
El trabajo
Siempre preguntarán sobre el trabajo que solicitas. Si es un trabajo de marketing, averigua qué significa marketing en esta organización. También averigua qué es marketing, por qué es importante para las empresas y por qué el marketing puede afectar a los beneficios de la empresa.
Lee algo sobre los competidores de esta empresa y pregúntate qué hacen de manera diferente.
También piensa en la progresión dentro de la compañía ¿en qué puesto te gustaría estar dentro de cinco años?
La empresa
Finalmente, te preguntarán sobre su empresa. Este área que es tan predecible puede ser en muchas ocasiones determinante para ti, si no te lo has preparado.
Hay dos reglas básicas: nunca digas lo obvio y nunca critiques a la competencia. Imagina que te está entrevistando alguien de Ford que te pregunta, de manera bastante razonable, por qué estás interesado en Ford. No digas que porque Ford es una compañía internacional y que tiene buena reputación a la hora de formar a sus empleados. Primero, ellos ya saben eso y, segundo, seguramente ya has escuchado esa respuesta antes.
Anticípate a esa pregunta, piensa en una respuesta obvia y rápidamente olvídate de ella. Ahora es tu oportunidad de dejar impresionado al entrevistador: “Lo que más me ha influenciada a la hora de solicitar este puesto de trabajo en Ford era la presentación a la que fui en noviembre en la feria de empresas. Ya había leído el informe de presentación de Ford y me gustó la manera en la que su empresa entiende la gestión financiera y no sólo…”
Pero incluso, aunque sepas las áreas en las que te van a preguntar, no serás capaz de predecir toda pregunta. En cualquier caso hay tres preguntas que forman la base de cualquier entrevista y deberías prepararlas antes de presentarte en la entrevista. Resístete a la idea de aprenderte la respuesta como si fueras un loro a no ser que seas buen actor. Las tres preguntas son:
- ¿Por qué deberíamos contratarte?
- ¿Por qué este trabajo?
- ¿Por qué nos solicitas trabajo a nosotros?
Evidentemente, no preguntan siempre con estas mismas palabras pero, créeme, siempre las preguntan y ninguna cantidad extra de encanto personal compensa malas respuestas a estas preguntas.
Preparar la actitud
La última tarea es preparar tu actitud. Esto es particularmente importante si tienes en cuenta la manera en la que quieres impresionar en tu entrevista. Es tan importante hacer todos los pasos anteriores como llegar a la entrevista con la actitud adecuada.
Sé positivo/a
Sé entusiasta
Sé natural
Sé honesto/a
La buena preparación es esencial, no sólo porque saldrás más exitoso de la entrevista, sino porque es la mejor manera de luchar contra los nervios. Si sabes que te has preparado la entrevista bien y vas con la actitud correcta, inevitablemente incrementaras tu confianza, y la confianza es lo que todos necesitamos para dar lo mejor de nosotros mismos.
Por Gemma Martín Naranjo | Fundación Vértice
