Especializarse o diversificar ¿cuál es tu apuesta?

Cuando las personas nos enfrentamos a una situación desconocida, inesperada o que supera cualquier expectativa prevista no nos queda más que buscar la manera de recuperar nuestro rumbo. Llevamos varios años enfrentándonos a ello, buscando ese camino que nos lleve hasta la estabilidad laboral y profesional.

Lo que hasta ese momento era suficiente para conseguirlo, deja de serlo. Ya no basta con tener un expediente académico de 10 o un máster, hay que esforzarse por destacar más si queremos tener acceso a ese deseado puesto de trabajo o que nuestra empresa sea la elegida por los consumidores y no noten los males de la crisis.

Y es justo en este punto donde nos planteamos qué es mejor: ¿especializarse o diversificar?

Si te decides por especializarte sin duda te convertirás en un experto en un área determinada, en aquello que realmente te apasiona hacer y por tanto, estarás altamente motivado y centrando tu energía en un único foco de atención. Además, cada proyecto que logres cubrir te servirá como experiencia para el siguiente, obteniendo esa especialización no solo en la teoría sino también en la práctica.

La diversificación también tiene sus puntos a favor. Lógicamente al no apostar por un único sector tenemos más alternativas para alcanzar nuestra meta y esa variedad de conocimientos nos aporta una diversidad que por un lado nos abre más caminos y por otro nos evita caer en la monotonía de hacer siempre lo mismo.

¿Cuál es entonces la respuesta correcta? En este caso, como en otros tantos, no existe una verdad absoluta, no hay una elección que nos garantice conseguir lo que buscamos, es cuestión de que cada uno reflexione, argumente pros y contras y decida aquello que considere que se adapta más a su perfil.

Pero no todo tiene por qué ser blanco o negro ¿y si apostamos por un mix de ambas?

Por Alba Olvera | Fundación Vértice