¿Te sientes valorado por tu empresa?
La motivación y la satisfacción laboral de los trabajadores son lo que en psicología del trabajo se denomina el ‘capital humano’ de una organización. Y es precisamente ese ‘capital humano’ el encargado de generar los otros dos tipos de capital que tanto anhela cualquier empresa: el estructural (cultura organizacional, sistemas de información, procesos de trabajo, etc.) y el relacional (las relaciones de los empleados con los clientes, proveedores y demás agentes del entorno).
La creciente preocupación por las necesidades, no solamente económicas de los trabajadores, y el deseo de desarrollar mecanismos que incrementen o, al menos, mantengan los niveles de eficacia laboral en un entorno de competencia han hecho que la motivación laboral sea en los últimos tiempos uno de los procesos más estudiados en la psicología del trabajo.
Algunos estudios sobre la motivación ponen el acento en aspectos de la persona como sus necesidades, valores y personalidad. Otros, en cambio se centran más en el entorno, incluyendo las recompensas. Si lo vemos desde fuera, podríamos pensar que casi todos preferimos trabajar por las recompensas extrínsecas y/o intrínsecas que conlleva el hecho de levantarse cada mañana temprano para acudir a tu puesto de trabajo. Sin embargo, no existe un modelo único, cada persona tiene sus propias tipos de motivaciones (algunas incluso pueden resultar de lo más insólitas) para trabajar.
Realizar un barrido por la infinidad de teorías existentes sobre la motivación laboral no es una tarea fácil. Como en casi todos los aspectos científicos, la literatura es muy extensa y densa. Sin embargo, hay una clasificación muy empleada que reúne dichas teorías y que, en líneas generales, podemos decir que se basan en tres focos:
– la persona
– el contexto
– las relaciones entre persona y contexto
Uno de los últimos estudios llevados a cabo y realizado por la consultora Manpower en distintos países, concluye diciendo que los elementos que más afectan a la motivación y el rendimiento de los trabajadores son por este orden:
- Ser tratado con respeto
- Comprender qué se espera de ellos
- Poseer sentido de pertenencia a la organización
- Ser tratados con igualdad
- Tener acceso a herramientas, recursos e información para poder desempeñarse adecuadamente
- Recibir la formación necesaria para tener un buen rendimiento
- Tener una comunicación bi-direccional abierta y honesta (feedback)
- Trabajo en equipo
- Recibir reconocimiento
- Tener oportunidades para aprender, desarrollarse y progresar
- Conocer cómo su rol contribuye al éxito de la organización
- Seguridad
¿Y tú? ¿Con cuáles de las motivaciones anteriores te identificas?
Por Carmen Mora Lorenzo | Responsable de Nuevos Proyectos