El conocimiento al alcance de un clic: ¿para qué?
Dicen los expertos que estamos inmersos en la Sociedad de la Información, en la Sociedad del Conocimiento. Pero ese concepto, tan ambicioso, tan… -¿cómo decirlo?- teórico, sólo quiere decir que hoy, más que nunca antes en la historia de la humanidad, el hombre tiene al alcance de sus manos todo el saber.
¿Y eso qué quiere decir? Quizás se pregunten ustedes. La gente de la calle, la que no define términos, ni escribe libros, no maneja los conceptos teóricos, ni busca más invenciones sin utilidad aparente. La gente que compone la sociedad pide herramientas que le hagan más fácil la vida. ¿Para qué tanto conocimiento asequible? ¿Nos resulta de veras útil?
Llegados a este punto, puede que debamos pararnos a reflexionar. El conocimiento y la formación son bienes intangibles. Una frase muy conocida dice: “La mejor herencia que un padre puede dejar a un hijo es una buena educación”. Bajo ella subyace la filosofía del proverbio chino: “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”.
La gran impulsora de la Sociedad de la Información o del Conocimiento ha sido Internet, pero la red ha colaborado en un milagro que quizás no valoremos en la medida que se merece: Poner el conocimiento mundial al alcance de un clic. Y quizás no entendamos la verdadera dimensión de esa posibilidad.
Pensemos. Hace sólo un siglo, para estudiar con mayúsculas (es decir, una carrera) había que desplazarse a una ciudad: Alcalá de Henares, Barcelona o Salamanca, en España. Londres, Bolonia, Viena o París, en Europa. Estudiar estaba al alcance de un puñado de privilegiados y las residencias de estudiantes eran el epicentro de la intelectualidad y la modernidad. Ahora pulsamos un botón y encendemos nuestro PC, portátil, tablet o dispositivo móvil y tenemos todo un mundo de conocimientos al alcance de nuestros dedos.
La tecnología nos ha regalado la formación on line: los mejores profesores en videoconferencias en directo o grabados en diferido; apuntes en formato pdf para ser descargados al antojo del estudiante; debates en ‘chats‘ , foros o redes sociales para que los alumnos interactúen sin necesidad de coincidir físicamente… A través de la red, con la formación on line, puedes hacer un curso de inglés de 30 horas, un postgrado de 700 o preparar tu acceso a la Universidad.
Todo esto, ni más ni menos, es la realidad práctica de la Sociedad del Conocimiento.
Ése es el verdadero potencial que nuestra sociedad tiene que aprender a explotar. Formarse on line, sin barreras, durante toda la vida, con un coste económico que realmente democratiza la formación. Ésa es la verdadera revolución del conocimiento y la información y estamos a un sólo paso de alcanzarla. Sólo tenemos que alargar la mano, hacer clic y empezar a navegar.
Por Carmen López Cueto. Responsable de Comunicación Fundación Vértice
Verdaderamente, la autora tiene razón en el articulo que ha escrito.
Me parece increíble como ha evolucionado el sistema educativo y en donde ahora, todo el mundo puede estudiar , ! y sin moverse de casa!!!! para ello la tecnología se pone de nuestro lado, ya que su uso por medio de la red, nos acerca si cabe más toda la información de la que disponemos.
Verdaderamente el uso de las tecnologías pone la formación al alcance de todos y, al mismo tiempo, todos pueden generar y compartir conocimiento.
Totalmente de acuerdo con el artículo. Hoy en día las nuevas tecnologías avanzan a pasos agigantados y es casi imposible concebir un hogar sin acceso a internet. Incluso en formaciones presenciales hacen uso de las nuevas tecnologías y se realizan diversas actividades a través de internet, emails, foros, etc. una de las grandes ventajas que ofrece internet es, como se dice en el artículo, que tenemos cualquier tipo de información a un sólo clic, lo que facilita muchísimo las cosas, tanto la formación como la comunicación.
Estoy completamente de acuerdo, hoy en día tenemos casi toda la información que demandemos, solo tenemos que conseguir atraer la atención del alumno al tema que debemos impartir
Esta claro que la formación online es el futuro pero no debemos perder de vista la parte presencial.
Yo el curso pasado realicé un Máster en una Universidad online y en alguna ocasión me hubiera gustado conocer a mis compañeros, pero MERECE LA PENA la comodidad de adaptar tus clases y estudios a TUS POSIBILIDADES.
Así que mi voto a favor de la FORMACION ONLINE 🙂
Hola muy buenas.
Es cierto que hoy en día tenemos toda la información al alcance de un click. Pero lo complicado es saber discriminar cual es la adecuada. Pues cada día me doy cuenta de que mucha de esa información no esta contrastada o es falsa.
El buscar buenas fuentes de información es lo realmente complicado. Así que lo que de verdad deberiamos plantearnos es como enseñar a buscar información.
La liberarización de la información hace posible que cualquier persona, en cualquier parte del mundo pueda informarse sobre un tema, esto no quita que tipo de información sea.
Una información de calidad, contrastada y fiable, eso es lo que debemos aprender a buscar.
A modo de ejemplo de lo que digo es un video que se hizo viral, sobre como adaptar una conexión de auriculares a un Iphone, realizando con un taladro un agujero. Miles de personas siguieron el ejemplo, e incluso mucha gente, respondia que a ellos no les funcionaba o que el movil se habia apagado.
Por desgracia hay muchisima información inútil y falsa. Os dejo el link del video: https://www.youtube.com/watch?v=5tqH-Un9SFU.
Y por favor no lo intenteis, hacer.
Gracias
Hola, realmente las posiblidades son inmensas, y el acceso exponencialente creciente a mayores nivels de poblacion es indudable. Pero yo echo de menos la interaccion a nivel afectivo, que sigo considerando mas efectiva cuando se da en la formacion presencial. La presencia fisica proxima a veces resulta fundamental para estimular vocaciones y promover crecientes vinculaciones con el entorno. Me preocupa que la digitalizacion de la vida actual se traspase al entorno social hasta unp unto que pueda llegar a sustituirlo, aunque sea como un mero sucedaneo.
Somos privilegiados, pero es un privilegio que se nos entrego en abundancia, de forma vertiginosa y en general no lo alcanzamos a valorar ni apreciar. Al salir del asombro, la recomendación puede ser, ir tomando partes y conociéndolas las valoraremos poco a poco. sin gula, dirigiéndola poco a poco, avanzando y apropiándonos de lo de nuestro interés.