La discusión como columna vertebral del proceso de aprendizaje
Es un hecho conocido que los alumnos que más participan en un entorno educativo, un curso, una clase, una conferencia, etc. aprenden más. Ya sea preguntando una duda, dando una respuesta u opinión, escuchando la experiencia de un compañero de estudio, una explicación del profesor y por supuesto aportando la propia, el proceso de aprendizaje se enriquece.
Todos recordaremos aquel trabajo que el profesor de Ciencias nos encargó a nosotros junto con otros compañeros y que consistía básicamente en recopilar hojas de árboles y pegarlas en una cartulina. La simple puesta en común, la asignación y el reparto de tareas, la discusión sobre el formato más adecuado para presentar, el modo en cómo se distribuían las hojas en el soporte, etc. nos introdujo de lleno en la bonanza del trabajo en equipo.
El trabajo compartido, va más allá del trabajo en equipo. La actual tecnología, y no me refiero solamente a los dispositivos que de por sí facilitan la labor (tablets, smartphones…), nos ayuda a que este “compartir” se muestre de una forma natural. Las redes sociales son el principal elemento integrador de este conocimiento porque hacen viable que un grupo de personas discutan un tema determinado, puedan elaborar un documento conjunto en tiempo real, puedan chatear, hablar, moderar y construir juntos de una manera más eficiente. En definitiva, las redes sociales y el trabajo compartido nos ayudan a la reflexión y a ser más creativos.
Y todo esto, en definitiva, lo que está provocando es un cambio en las formas de enseñar. Se pasa de un método más unidireccional profesor-alumno, a otro más multidireccional, donde todos aportan y todos reciben y donde el papel del profesor pasa de ser el de actor principal de la película a actor de reparto, pero con funciones de director y moderador.
Pero si alguno de los que estáis leyendo este artículo, estáis pensando que esto es el fin del profesor, nada más lejos de la realidad. El reto del profesor no ha hecho nada más que comenzar.
El profesor, ante la descentralización de la información, la enorme cantidad de contenidos y recursos al alcance de los alumnos, debe asumir el papel de:
- Guía que elabore la ruta de aprendizaje más enriquecedora para los alumnos. Ruta, a través de la cual, los alumnos viajen desde un punto de origen a un punto de destino.
- Líder dinamizador que permita a los alumnos transformar toda esa información en conocimiento.
- Mediador de los posibles conflictos que puedan surgir
Como cabe imaginar, todo ello constituye un apasionante reto para los docentes, quienes afrontan la imperiosa necesidad de mantenerse en constante actualización. Sin embargo, podríamos pensar: ¿Nos recuerda esto la misma historia narrada de otra forma por los docentes del siglo XXI?
Por Fernando Villanueva | Director Académico de Fundación Vértice
Bueno, la participación del alumno no es más que el principio en el que se basaba la mayeutica. Se entiende que el alumno tiene una forma de entender lo que le rodea, una opinión creada y, en definitiva, un conocimiento previo, que deben aflorar a través del proceso de aprendizaje.
En mi opinión, el papel del docente en el siglo XXI es otra historia. Han cambiado muchas cosas con respecto al pasado: la mentalidad del alumno, las herramientas disponibles y la propia evolución del conocimiento, por lo tanto no puede ser la misma historia narrada de otra forma. Y como otra historia que es, hay que contarla y transmitirla de diferente forma.
Sin lugar a dudas se trata de un gran reto para los docentes!
Precisamente porque se trata de un reto, los docentes son actores principales en la consecución del mismo. Su labor y trabajo irán de la mano junto con el alumnado, por lo que la labor de los formadores, nunca irán decreciendo, sino más bien evolucionando como la forma de docencia y aprendizaje.
Estoy totalmente de acuerdo con el artículo cuando dice que la figura del profesor no se va a perder, ya que sigue siendo importante al 100{77afc9efaf1e088110fdf21acc2f61167a0e1e0fd7207170e17906c001b8cd31}, pero con la formación online tenemos la oportunidad de discutir, debatir y enriquecernos con diferentes opiniones y diferentes puntos de vista en torno a un mismo tema.
Pienso que es un método muy bueno cuando se consigue la implicación de los alumnos, pero aquí si que veo una gran ventaja de las plataformas e-learning, ya que he estado en muchos foros de debate presenciales y se observa que rara vez intervienen la totalidad de las personas que forman parte de, normalmente por timidez. Este es un problema que se elimina rapidamente en un curso on-line. Pero como bien dice el autor, se necesita un control por parte del profesor para encauzar correctamente los temas
Hola muy buenas.
Aunque estoy totalmente deacuerdo con este articulo,en el que dice que los docentes deben ser una guía para el aprendizaje, como mediadores y animadores.
Ya que de esta forma se hace al alumno más participe de su formación.
Tambien pienso que en lo que se refiere a educación reglada, no es asi. El sistema sigue igual que hace 200 años, la meta o el fin es el mismo, aprobar un examen.
Gracias.
Hace bastante timpo lei una cita, que creo se atribuia a Einstein, que decia que nadie sabe algo relamente bien hasta que es capaz de explicarselo a su abuela y que esta lo comprendiese. Es muy habitual creer que hemos comprendido y asimilado un concepto que nos explican o hemos leido. Inicilamente. Pero si pasado un tiempo nos vemos en la necesidad de explicarsel a otra persona, nos encontramos cara a cara con la realidad. No siempre lo hemos entendido; a veces , incluso lo habiamos interpretado mal. Por ello, el contraste con los demas, el intercambio de opiniones, ser capaz de transmitir conocimientos y solventar las dudas que sobre el tema otros nos puedan plantear nos fuerzan a adoptar una posicion activa, flexible y participativa en nuestro aprendizaje. Esa debe ser la actitud del alumno, pero tambien la del formador. En cualquier caso, todos podemos ser formadores, en cuanto transmisores de conocimiento en nuestro entorno, en cualquier momento.
La importancia de interactuar en el proceso de aprendizaje es muy saludable. el trabajo compartido no es lo mismo que trabajar en equipo, el primero aporta creatividad y mayor reflexión. Todos aportan y se cumple con el método multidireccional. El reto del profesor ciertamente es mayor pero mas enriquecedor, cuando hay amor y pasión con la docencia, esto no es problema.