Haz un análisis DAFO para elegir tu Máster

¿Es realmente la decisión de formarnos tan difícil de tomar?

Muchos dirán: en estos tiempos no puedo asumir el coste. Unos, ni se lo plantean por desconocimiento de las opciones, otros porque no valoran lo que supone tener esta formación de cara al futuro.

Con la situación económica que atravesamos, es sabido por todos lo complicado que resulta acceder al mercado laboral. Pero paradójicamente, la solución no está pasando por especializarnos y centrar nuestros esfuerzos en lo que queremos ser, por definir dónde queremos llegar. Cada vez más a menudo, en mi trabajo diario encuentro perfiles que, sobre el papel, saben de todo, pero, en realidad, no saben de nada.

máster

Formarnos en todos los campos, sin llevar ninguno a la práctica, está llevando a que los jóvenes entren en un bucle donde el no saber qué quieren hacer, les lleva a estudiar sin rumbo y a no sacar todo el partido que debieran a la formación que realizan.

El ejemplo más claro para mí es el MBA. En general, el máster en Administración de Empresas es el más buscado y el más demandado. Quizás sea porque se trata del más completo o el que más campos de la gestión empresarial toca. Constituye una formación con un potencial enorme, si se corresponde con lo que en realidad necesitamos.

Yo me pregunto: ¿Qué lleva a un estudiante recién salido de una carrera a matricularse en un MBA? Personalmente se me ocurren varias respuestas y nuevas preguntas. ¿Nos planteamos realmente qué nos aporta un curso antes de hacerlo o sólo buscamos acumular títulos en nuestro currículum?

No busco frustrar aspiraciones, pero invito a hacer una reflexión previa a la toma de decisiones. Sugiero hacer un análisis DAFO personal, evaluando nuestras fortalezas y oportunidades e intentando potenciarlas, y por supuesto, intentando que nuestras debilidades y amenazas dejen de serlo.

Como en todo, debemos dejarnos aconsejar. Hoy hay muchos tipos de máster que se adaptan a las necesidades específicas de cada sector: turismo, recursos humanos, medioambiente, sanidad… Y, en muchos casos, las entidades que los ofertan pueden asesorarnos adecuadamente.

La formación y el conocimiento, no dejan de ser el mejor medio para crecer personal y profesionalmente pero, cuidado, sin orden ni objetivo: ¿De qué sirven realmente?

¿Qué habilidades o competencias profesionales busco? Sólo cuando respondamos a esta pregunta, lograremos sacar el máximo partido a nuestra formación de posgrado.

Por Teresa Rodríguez | Fundación Vértice

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