¿Estudias o trabajas? ¡Yo, ambas cosas!

Todos somos conscientes de lo complicado que es conciliar estudios y trabajo y, más aún, si añadimos a esa fórmula las responsabilidades familiares.

El trabajo nos ocupa gran parte del día dejándonos poco tiempo para formarnos y mejorar nuestro currículum.

En el año 2007 se crearon los Permisos Individuales de Formación, una nueva forma de compatibilizar formación y trabajo que aún es la gran desconocida de la formación continuada.

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Sin embargo, son múltiples las ventajas que obtienen empresa y trabajador con este permiso. Por una parte, el empresario puede mejorar las habilidades y cualificación de sus trabajadores, estimulando así su motivación y fidelidad. Por otra, el trabajador recibe la formación que desea sin dejar de trabajar, lo que le hace ser más competitivo en el mercado laboral.

¿Qué es un Permiso Individual de Formación (PIF)? Es un permiso que concede la empresa al trabajador para la realización de un curso (acreditado oficialmente) durante su jornada laboral.

¿Qué se bonifica la empresa? Se bonificarán los costes salariales correspondientes a las horas laborales que el trabajador dedique a su formación, limitándose a 200 horas por permiso y curso académico o año natural.

Los beneficiarios de los Permisos Individuales de Formación son los trabajadores asalariados que coticen a la Seguridad Social en concepto de Formación Profesional y han sido autorizados por su empresa para hacer el curso. Las empresas que deseen beneficiarse de este sistema debe tener su centro de trabajo en España , cotizar por formación, y estar al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias y con la Seguridad Social.

Los requisitos para poder recibir esta formación se resumen básicamente en la titulación ofrecida sea oficial (Formación Profesional, certificados de profesionalidad, acreditación de competencias para el ejercicio de una ocupación u oficio…). Estos estudios deben impartirse en horario laboral y en modalidad presencial (si es semipresencial, sólo se bonificará la parte presencial) y no se bonificará la asistencia a exámenes.

El resultado es que en los últimos 6 años, el número de trabajadores que solicitan este permiso para formarse ha crecido exponencialmente. En 2012 fueron 18.909, frente a los 4.634 de 2011 y los 1.545 de 2007.

Estos datos nos demuestran que cada vez son más los trabajadores y empresas que apuestan por la formación y el desarrollo personal y profesional.

Porque estudiar y trabajar es posible, si se sabe cómo. ¿Y tú? ¿Estudias o trabajas? ¿O ambas cosas?

Por Fátima García | Fundación Vértice

 

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