Coworking, ¿es para tí?
A lo largo de los últimos años el coworking ha pasado a ser un fenómeno global, y ya son más de 2.500 espacios los que están dedicados a esta práctica en todo el mundo. España, con Barcelona y Madrid a la cabeza, es el país de Europa donde más se ha arraigado. De hecho, la capital española acogerá en abril la tercera edición de la Conferencia Española de Coworking que se celebrará en el espacio ‘Impact Hub Madrid’, con el nuevo paradigma laboral en el que estamos inmersos como temática principal.
Pero, ¿qué es el coworking? El término fue inventado por Bernie DeKoven en 1999, pero no fue hasta 2009, diez años después, cuando fue difundido por Brad Neuberg. Éste creó un espacio de coworking en San Francisco llamado ‘Hat Factory’, que no era más que un apartamento en el que se reunían para trabajar tres freelances. Más tarde, el mismo Neuberg crearía el ‘Citizen Space’, que fue realmente el primer espacio de coworking en Estados Unidos.
Profesionales de Internet, freelance, pymes y autónomos son los que primero dieron el paso de compartir un mismo espacio de trabajo y los servicios que éste ofrece por días e incluso horas. La razón: son trabajadores que para sacar adelante su tarea sólo necesitan un portátil, un teléfono y conexión a Internet.
De esta forma, a la vez que se soluciona el problema de aislamiento que supone para estos empleados y microempresas el trabajar desde casa o desde el cibercafé, se fomentan las sinergias entre diferentes sectores que pueden, por qué no, desembocar en relaciones cliente-proveedor, porque los proyectos que se realizan son independientes, pero también surgen iniciativas conjuntas.
El coworking tiene más ventajas añadidas como la flexibilidad de tarifas y horarios que se pueden ajustar a las necesidades de cada empresa, el consiguiente ahorro económico, y la posibilidad de asistir a todo tipo de eventos y talleres relacionados con el empleo y el emprendimiento, lo que vulgarmente se dice ‘estar en el ajo’. Es decir, que si te decantas por esta nueva forma de trabajar, es que buscas algo más que una silla, una mesa y una conexión a internet.
A estas alturas, puede que te plantees si el coworking es para ti. Haces bien en preguntártelo, porque lo cierto es que no todos los tipos de trabajo se adaptan bien a esta dinámica. Pero la única manera de comprobar si realmente te funcionará, es experimentar. Puedes probar en diferentes espacios, incluso en varios a la vez y ver si encajas bien con los demás ‘coworkers’. Compórtate como si fueras a quedarte para siempre porque, aunque al principio ni lo sepas, también estarás haciendo tu aportación y a buen seguro te enriquecerán las de los demás.
Además, ¿quién sabe si te encuentras ante tus futuros compañeros de aventura?
Por Beatriz Ramos | Fundación Vértice