De capacitación a inversión, descubre cómo medir el rendimiento de tu formación.

Como hemos hablado en las últimas semanas, la formación es esencial para el crecimiento de tu equipo, aportándote unos beneficios únicos, tal y como veíamos en este vídeo. Para conseguir una mayor efectividad, es imprescindible el papel de la consultoría formativa, para conseguir pasar de cursos a carreras profesionales, como veíamos en nuestro blog la semana pasada. Hoy hablamos de cómo medir el rendimiento de tu formación.

Pero ¿cómo podemos medir el rendimiento de tu formación? Para asegurarnos que la inversión en capacitación no solo está funcionando en nuestro equipo, sino que además tenga un impacto palpable en nuestra empresa. Descubre cómo evaluar y medir el verdadero valor de la formación en tu organización.

Variables imprescindibles

Podemos agrupar algunas variables imprescindibles a la hora de medir y evaluar el rendimiento de la formación o capacitación que ha recibido tu equipo.

Satisfacción de tu equipo

Desde el contenido, la organización o la metodología, es esencial tener un feedback de nuestro equipo sobre la formación que acaban de realizar. Esto nos dará los primeros indicios de cómo está siendo la formación, incluso te da la oportunidad de hacer ajustes.

Ya sea mediante cuestionarios anónimos o no, al terminar la formación, grupos de trabajo o entrevistas individuales, deberás establecer un sistema para conocer la satisfacción de tu equipo.

Aprendizaje

¿Está aprendiendo tu equipo los objetivos que planteaste a la hora de establecer el plan formativo? Si la formación tiene varios niveles es importante establecer si han pasado o no al siguiente nivel para que la formación realmente les sea de valor y no se pierdan en un contenido más avanzado.

Para evaluar si los colaboradores están adquiriendo los conocimientos necesarios tras finalizar una formación, puedes optar por realizar test de evaluación de conocimientos, o incluso observar el desempeño en las nuevas habilidades.

Aplicación en las tareas diarias

Este es el siguiente nivel a todo lo anterior, si tu equipo es capaz de aplicar lo aprendido en la formación en las tareas de su día a día, entonces la formación ha sido eficaz y de calidad. Sin embargo, si no son capaces de hacer frente a las nuevas tareas relacionadas con la formación, o la formación no tiene aplicación práctica en su trabajo, entonces se han establecido mal los objetivos formativos. Para evaluar esto lo mejor es preguntar a los responsables equipo, ellos sabrán responderte mejor a esta cuestión, pues supervisan en el día a día sus tareas.

Rendimiento en proyectos y tareas específicas

Otra buena forma de medir el rendimiento, es mediante la asignación de proyectos o tareas específicas directamente relacionada con la formación. Es una manera más rápida de ver los resultados y de poner en práctica lo aprendido.

Feedback del formador

Siempre es bueno tener feedback de una persona externa a nuestra organización, esta persona será capaz de dar su opinión sin juicios. Quizás ve que la formación no es de interés para ciertos miembros del equipo y que estos destacarían más en otra formación más creativa. Todo esto al final hace que te adaptes a las habilidades de tu equipo para buscar la formación que mejor les funciona.

Consejos adicionales

No te quedes en lo esencial y ve más allá con la formación de tu equipo, es imprescindible para desarrollar el potencial de tus colaboradores y maximizar el rendimiento de tu empresa. Por eso, te dejamos algunos consejos adicionales que te pueden ayudar a evaluar el impacto de la formación en tu organización.

Ajusta y mejora la formación:

Utiliza los resultados de las evaluaciones y de las encuestas para mejorar tus programas de capacitación. Ajusta enfoques, contenidos y métodos según las lecciones aprendidas. El ajuste y la mejora continua garantiza que la formación siga siendo relevante y efectiva en el tiempo.

No te olvides de los datos:

Analiza los datos recopilados y compara los resultados con los objetivos establecidos al principio. ¿Hubo un aumento en la productividad, una disminución en los errores o una mejora en la satisfacción del cliente? Cuantifica el impacto de la formación en términos tangibles. Para que esto tenga mayor efectividad, es importante recopilar datos continuamente y hacer comparaciones, ya sea trimestral o anual y comparaciones con otros cursos.

Evalúa el impacto a nivel empresarial:

Mide el impacto no solo a nivel individual y de equipo sino a nivel empresarial, ¿qué ha ganado la empresa con la formación realizada a tus colaboradores? ¿Ha mejorado la productividad, la satisfacción del cliente? La formación continua aporta mucho al clima empresarial y a desarrollar una cultura empresarial en la que se apuesta por la retención del colaborador y por su talento.

 

Llevar un seguimiento de esta escala puede estar fuera de nuestras posibilidades, ya sea por falta de tiempo, de personal o de recursos. Y ya hemos visto lo imprescindible que es llevar un control desde el principio, para que la formación sea realmente efectiva. Recuerda que nuestros expertos te acompañan en todo momento en nuestra consultoría formativa, desde el análisis de las necesidades formativas, la ejecución, y por supuesto, la evaluación y el seguimiento post formación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *