Aprendizaje colaborativo, cuando el alumno se apodera del aula
El aprendizaje colaborativo ha sido objeto de estudio en numerosas ocasiones desde la aparición del e-learning. Este tipo de aprendizaje, también llamado “comunidades de aprendizaje” o “comunidades de práctica”, está orientado a que el alumnado colabore en su formación explorando, contribuyendo y, en definitiva, aprendiendo en equipos virtuales a través de trabajos en grupo. A partir de esto, se ha creado una nueva versión de aprendizaje enfocado a esta nueva metodología: Social-Learning.
El aprendizaje colaborativo hace referencia a la enseñanza en grupos y al hecho de que el grupo intenta lograr resultados en equipo y no sobresalir de manera individual.
Los elementos claves para este tipo de aprendizaje son que el grupo persiga un objetivo común y comparta recursos e información (interdependencia positiva), se ayuden unos a otros a trabajar de manera más eficiente (promoción a la interacción), que cada cual se responsabilice de su aportación (responsabilidad individual) y que cada estudiante sea capaz de mantener una buena relación de cooperación y esté dispuesto a dar y recibir comentarios y críticas sobre sus aportaciones (interacción positiva).
En el aprendizaje colaborativo el rol del profesor cambia radicalmente. Pasa de ser actor principal del aula, a alguien que facilita el proceso de comunicación y exploración del conocimiento.
Sin embargo, el éxito de esta novedosa forma de aprendizaje depende de muchos otros varios factores:
Seleccionar adecuadamente las aplicaciones que facilitan la comunicación y colaboración como foros de discusión y debate, blogs, wikis, grupos virtuales o listas de distribución, entre otros.
El uso de estas aplicaciones para motivar el aprendizaje colaborativo, trabajando juntos en un proyecto común como, por ejemplo, asignar a un grupo el papel de evaluador del trabajo del otro.
Y por último, pero no por ello menos importante, que el docente cree unas condiciones y un clima idóneo para que el alumnado pase de un auto-aprendizaje a un aprendizaje colaborativo centradas en la participación del estudiante como parte de una “comunidad de aprendizaje”. El profesor debe motivar la participación del alumnado invitando a la participación, interrumpiendo los monólogos o a individuos que monopolizan las discusiones, siendo paciente, dando tiempo a los alumnos a procesar la información, respondiendo y retroalimentando las actividades del grupo pero dándole autonomía…
Si queremos adaptarnos a las nuevas formas de aprendizaje y apoyar un aprendizaje colaborativo tenemos que ceder el control y el manejo de la información a los alumnos, ser flexibles en los tiempos y aplicar metodologías diferentes y “acompañar” (que no obligar) a los alumnos en su aprendizaje.
Por Esther Argüelles | Orientadora Académica en Fundación Vértice
Durante la realización de mis prácticas del Máster de Profesorado, pude constatar que cuando se pedía al alumnado que trabajara cooperativamente, el resultado de su trabajo no era más que una yuxtaposición de trabajos individuales y parapetarse en el esfuerzo de los demás.
Hoy en día nos encontramos con trabajadores carentes de habilidades y destrezas sociales que no saben trabajar en equipo, cooperar, en definitiva, desenvolverse en su ambiente social de trabajo.
La actual situación socioeconómica demanda individuos que sepan adaptarse a los rápidos cambios que surgen y que posean nuevas habilidades y competencias, lo cual supone un reto ineludible para el sistema educativo pues debe favorecer la formación de sujetos autónomos con capacidad de decisión y afán participativo dentro de una escuela comprensiva adaptada a la actual diversidad de las aulas.
Vivimos en mundo globalizado, los factores productivos, entre ellos los trabajadores, han dejado de ser entendidos de manera local, lo cual también ha tenido su repercusión en la normativa de los Estados, la cual se ha de adaptar a los profundos y constantes cambios que vivimos.
Ante esta situación debemos plantearnos la necesidad de cambiar tanto la metodología como la forma de estructurar las actividades que se realizan en las aulas, apostando por el aprendizaje cooperativo.
Soy una defensora del trabajo colaborativo, creo que la mayor parte de los alumnos aportan algo y en general aprenden mucho del trabajo de los demás, pero por supuesto siempre está el que prefiere no hacer ni aportar nada y al final beneficiarse del resultado como si hubiera participado, cambiar esos hábitos debe ser tareas de los profesores/ tutores.
En el mundo globalizado en el que nos ha tocado vivir, pienso que los trabajos han de ser participativos porque son mucho más amplios.
Una correcta sintonía entre todos los papeles que conforman la educación en fundamental.
María, ¿me podrías decir si esta experiencia de trabajo en grupo era dentro o fuera del aula?
Tengo la impresión de que, en general, sí se busca el mínimo esfuerzo por parte de los alumnos, pero si el trabajo colaborativo es en el aula el profesor puede estar un poco más atento para propiciar que todos los alumnos aporten a su grupo y ninguno se parapete en el esfuerzo ajeno.
creo que el social-learning puede ayudar bastante en el aprendizaje y la fijación de conocimiento, porque incentiva la participación y aportación individual al grupo, pero para que esto en la práctica sea real, opino que es fundamental el papel del tutor, para que motive y permita la participación de todos y cada uno de los miembros del grupo y que no haya posibilidad de que algún miembro se quede rezagado en sus aportaciones.
Es fundamental, es por ello que debemos a estar al día de estas novedades en el aprendizaje, para ser eficientes.
Me pueden decir como puedo dar a un alumno o grupo el material, respuestas…… para que se evalúen mutuamente???
En general la idea de la autora es bueno, y en ciertos momentos posibles.
Creo que pueden camuflarse carencias de los alumnos, ya que no se detectan las debilidades a la hora de asimilar los contenidos debido a que las tareas y el aprendizaje es conjunto , por lo que no tengo claro hasta que punto , el social- Learning es positivo.
Soy Educadora Social y por mi profesión soy una gran defensora de los aprendizajes colaborativos en todas las etapas de nuestra vida. El poder nutrirnos de los conocimientos de los demás acerca de un determinado tema es positivo y satisfactorio y conocer diferentes opiniones y puntos de vista es aun más enriquecedor. A nivel laboral siempre he trabajado en equipos multidisciplinares y lo recomiendo al 100{77afc9efaf1e088110fdf21acc2f61167a0e1e0fd7207170e17906c001b8cd31}, ya que los diferentes profesionales aportan diferentes formas de ver las cosas, cada uno desde su campo profesional, además los aprendizajes colaborativos nos enseñan a trabajar en equipo y a no ser tan individualistas.
El trabajo grupal en una plataforma, como concepto, es muy bueno, ya que aparte de apoyarse mutuamente, se adquieren destrezas en las plataformas que se elija para este trabajo, pero necesita de la atención y supervisión del tutor en algunos casos.
Pongo como ejemplo el mio, curse un certificado online, estaba muy preocupado por no suspender ya que no dispongo de mucho tiempo para poder realizar recuperaciones, por lo cual se dio la situación de que yo y otro chico en la misma situación nos sobrecargabamos de trabajo, mientras que otros se beneficiaban de dicho trabajo….
El trabajo colaborativo parece condenado a ser la parte mas importante de nuestro trabajo actual, y sobretodo, futuro. Constantermente encontramos noticias que nos hablan de la globalizacion de la economia y la sociedad actual, y ello nos provoca una mezcla de sorpresa y deasosiego. Queda espacio para el trabajo absolutamente individual ? Yo creo que si, pero siempre que pueda ser adaptado a un contexto amplio y cambiante de las necesidades. Todos necesitamos criticas constructivas para nuestro propio enriquecimiento, y el aprendizaje colaborativo no deja der una permanente negociacion entre los actores participantes. En la busqueda consensuada de un objetivo comun cada miembro ve gratificados sus objetivos personales.
Hoy día, el alumno debe convertirse en un actor principal en el proceso de aprendizaje desde el principio al final del mismo. Su participación de forma colaborativa para que dicho proceso desemboque en la consecución de unos objetivos óptimos es necesaria. El docente debe conseguir esa participación realizando una labor de motivador-guía-supervisor, fomentando la comunicación del grupo y la aportación activa de los alumnos (retroalimentacion).
El aprendizaje colaborativo es fundamental por que el estudiante se nutre de las diferentes retroalimentaciones que ofrece tanto el docente, como sus propios compañeros por ende es primordial que exista una comunicación constate con los alumnos y docentes en las diferentes sesiones de clases de manera online.
Estamos de acuerdo contigo. El aprendizaje mutuo que se genera entre docente y alumn@ enriquece la formación.
¡Gracias por tu comentario! 🙂
Hay que tener en cuenta que el aprendizaje colaborativo es un enfoque didáctico que aboga por la adquisición de conocimientos a través de dinámicas de trabajo en grupo e interacción social entre el estudiante y el docente. Dicha interacción activa en los alumnos procesos mentales como el razonamiento, la comprensión y el pensamiento crítico. Para todo docente el objetivo principal es que los alumnos construyan su propio aprendizaje y se enriquezcan a través del intercambio de ideas y la cooperación con sus compañeros (lo que se conoce como feedback).
Gracias por la aportación. Muy buen enfoque.
Sin duda, el aprendizaje colaborativo es una gran herramienta para trabajar a través de e-learning, por eso es muy importante dar con las herramientas adecuadas para el grupo, para que todos y cada uno de los alumnos se nutran y aprendan a la vez.
¡Gran aportación! Muchas gracias por tu comentario 🙂
Desde mi punto de vista, la mayor ventaja del aprendizaje colaborativo es el aprovechamiento de las sinergias que se pueden crear en esos entornos grupales. Es cierto que el papel del tutor es esencial, guiando y fomentando la participación de los alumnos. Y los resultados pueden y suelen ser sorprendentes y satisfactorios. Desde luego esa es mi experiencia, tanto cuando he sido docente como cuando he participado como alumno.
De hecho, a nivel laboral, saber integrar y desenvolverse bien trabajando en equipo es un valor claramente en alza. Además como enfoque didáctico, es un reflejo de la propia esencia de la dinámica en redes sociales. Así que totalmente a favor.
Desde la máxima de «solo llegarás más rápido y acompañado llegarás más lejos». Pienso que el trabajo colaborativo tiene sentido en un contexto donde los integrantes del grupo tienen alguna habilidad que complementa el resto. De lo contrario i como desventaja, el trabajo colaborativo se convierte en el trabajo de uno para el beneficio de los demás, siendo algo injusto.
La principal ventaja del trabajo colaborativo, suponiendo que los integrantes del grupo cooperan i se esfuerzan de manera similar, es la mejor forma de acelerar el aprendizaje de los individuos que forman el grupo. Por lo tanto, desde mi perspectiva, el trabajo colaborativo solo cabe en labores donde cada miembro puede aportar algo al conjunto. Es decir, un grupo de 5 integrantes donde 4 tienen capacidad i 1 no, es sostenible, ya que ese 1 adquiriría experiencia i conocimientos gracias a los demás. En un grupo de 5 integrantes donde 1 tiene capacidad i 4 no, es inviable, ya que ese 1 confeccionará la mayoría de tareas i no dispondrá de tiempo para investigar o conocer nuevas materias, ni tan solo transmitir el propio conocimiento a los otros 4, corriendo el riesgo de producir un resultado mediocre donde la sensación de ese 1 es que el trabajo colaborativo no es algo bueno.
En conclusión, el trabajo colaborativo no siempre es la mejor opción, a pesar de que es importante que todo individuo sea capaz de integrarse en un grupo i cooperar con el resto aportando ideas o sugerencias que contribuyan al producto i resultado final del grupo.