Formación programada: lo que deberías saber antes de que te pille el toro en 2025

(Sí, hablamos de FUNDAE, pero con café y sin drama) Planificar la formación programada no debería ser una pesadilla anual.

Y, sin embargo, cada diciembre se repite el mismo ritual en muchas empresas:

  • Créditos sin gastar
  • Cursos improvisados
  • Y un Excel que nadie sabe de dónde ha salido ni qué significa

¿Te suena?

Si quieres que 2025 sea distinto, es momento de dejar de posponer «lo de FUNDAE». Porque, créenos, cuanto antes se planifique, mejor saldrá todo. En Vértice eLearning llevamos más de 15 años ayudando a empresas a transformar la formación de algo que se deja para el final… en una verdadera ventaja competitiva.

Y eso no es solo marketing: contamos con un catálogo de cursos actualizados, atractivos y diseñados para cubrir las necesidades reales de las empresas. Formación práctica, flexible y enfocada a resultados.

Así que vamos al grano: aquí tienes 5 claves para planificar la formación programada con cabeza (y con éxito).

Los créditos no se guardan para más adelante (esto no es el banco)

Una de las ideas más repetidas (y erróneas) sobre la formación programada es pensar que los créditos se pueden acumular. Que si este año no los usas, ya los aprovecharás el que viene.

Pues no. Lo sentimos: si no lo utilizas dentro del ejercicio, se pierde. Fin. Y no hay Excel que lo resucite.

Cada año, las empresas disponen de un crédito determinado en función del tamaño de su plantilla y de las cotizaciones a la Seguridad Social. Ese crédito está disponible durante el ejercicio económico correspondiente. Y si no se utiliza, desaparece. Como el presupuesto de las cápsulas de café en noviembre.

¿El consejo clave? Planifica entre abril y julio. En ese momento:

  • Tienes más margen para decidir con calma
  • Los proveedores no están saturados
  • Puedes ajustar la formación a la realidad de cada equipo

En resumen: planificar a tiempo no solo evita perder dinero. También mejora los resultados.

Hacer cursos por hacer es como correr sin saber a dónde vas

A todos nos ha pasado: llega septiembre y alguien propone rellenar el crédito con «un curso de Excel, otro de comunicación y uno de inglés por si acaso».

¿Buena intención? Sí.
¿Buena estrategia? No.

La formación no es una checklist que se completa al azar. Tiene que responder a necesidades concretas de la empresa y sus equipos:

  • ¿Qué necesita tu equipo para rendir mejor?
  • ¿Qué retos trae 2025 para tu negocio?
  • ¿Qué competencias serían clave para crecer o mejorar procesos?

La clave está en alinear el plan formativo con la estrategia de empresa. Si tu departamento de atención al cliente va a enfrentarse a un nuevo CRM, la formación debería ir por ahí. Si el equipo comercial tiene nuevos objetivos, quizás toca reforzar habilidades de negociación o prospección.

Cuando la formación tiene propósito, se nota. Y cuando no lo tiene, también.

FUNDAE no muerde, pero tiene sus normas

Aquí es donde muchas empresas se quedan atascadas. No porque sea imposible… sino porque nadie les ha explicado bien cómo funciona.

Gestionar la formación bonificada con FUNDAE implica cumplir con una serie de pasos y requisitos:

  • Notificación previa de la formación
  • Recopilación de documentación justificativa
  • Control de costes y facturación adecuada
  • Seguimiento y evaluación de la formación

¿Y qué pasa si fallas en alguno de esos puntos? Que puedes perder la bonificación. O peor aún: que tengas que devolver el dinero.

De hecho, uno de los errores más habituales está en el famoso requerimiento de costes, un tema que explicamos en detalle en este artículo sobre Formación programada: requerimiento de costes.

Por eso, muchas empresas optan por lo más inteligente: contar con un partner experto que conozca el proceso y te acompañe de principio a fin. Sin tecnicismos, sin sustos y con resultados reales.

En Vértice eLearning gestionamos la relación con FUNDAE para que tú solo te preocupes de elegir qué formación necesitas.

formación programada

La formación programada no debería interrumpir… debería integrarse

Uno de los mayores errores en la formación corporativa es pensar que siempre debe suponer un parón en la actividad. Si hacer un curso implica reorganizar toda la empresa durante una semana… algo falla.

Hoy en día, existen formatos para todos los contextos:

  • Formación online: perfecta para equipos en remoto o con horarios flexibles
  • Workshops presenciales: sesiones cortas, intensivas y enfocadas a resultados inmediatos
  • Microlearning: píldoras de contenido bajo demanda, que se adaptan al ritmo del equipo

La clave no está solo en el contenido del curso, sino en el cómo se imparte. Y ahí es donde las empresas más ágiles marcan la diferencia.

Cuando la formación se integra de forma natural en el día a día, su impacto es mucho mayor. Se interioriza mejor, se aplica antes y se valora más.

No dejes la planificación para septiembre (ni para “cuando haya hueco”)

Todos lo hemos dicho alguna vez: «cuando pase esta campaña», «en cuanto cerremos este trimestre», «cuando haya más calma»…

La realidad es que ese momento perfecto rara vez llega. Y cuando te das cuenta, ya es noviembre y estás organizando cursos a contrarreloj para no perder el crédito.

¿Qué pasa cuando se planifica tarde?

  • Las agendas de los formadores están completas
  • Las fechas no encajan con tu equipo
  • Las prisas hacen que la formación pierda calidad

Por eso, insistimos: empieza a planificar ahora. Así podrás:

  • Elegir los mejores contenidos y proveedores
  • Adaptar la formación a las necesidades reales
  • Asegurar que cada euro invertido genera un retorno

Y, de paso, demuestras que en tu empresa se hace formación con cabeza (y no a última hora).

Y ahora que lo sabes… ¿vas a dejar que 2025 te pille con los deberes sin hacer? 

La formación bonificada no es un trámite. Es una herramienta potente para mejorar el rendimiento de tu equipo, adaptarte al cambio y ser más competitivo.

Pero para que funcione, hay que planificar. Con estrategia. Con sentido. Y con apoyo.

En Vértice eLearning te ayudamos a:

  • Diseñar un plan de formación alineado con tus objetivos
  • Gestionar toda la parte técnica y documental con FUNDAE
  • Impartir formación práctica, flexible y con impacto real

Todo ello, con una comunicación directa, clara y sin complicaciones. Nos encargamos de los detalles para que tú te centres en lo importante: hacer crecer tu empresa.

¿Hablamos?

Contacta con nosotros y cuéntanos qué necesita tu equipo. Lo analizamos contigo, te proponemos un plan y lo ponemos en marcha.

Porque en 2025, lo de FUNDAE no tiene por qué pillarte con el pie cambiado.

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