¿Y si tu empresa dejara de hacer ghosting al talento?
En un mercado laboral cada vez más competitivo, y cada vez más saturado de mensajes, el employer branding se ha convertido en una pieza clave para cualquier estrategia de atracción y fidelización del talento. Ya no basta con buscar a los mejores perfiles. Hay que saber atraerlos, enamorarlos y convencerlos de quedarse.
Lo curioso es que mientras muchas empresas siguen centradas en ofrecer beneficios superficiales, el talento hace tiempo que cambió el foco. Busca desarrollo real, liderazgo humano, flexibilidad con sentido y, sobre todo, propósito.
En plena era del trabajo híbrido, la inteligencia artificial y con una generación joven que cuestiona todo lo establecido, la marca empleadora ya no se construye solo con publicaciones en redes sociales. Se construye desde dentro. Es lo que eres como organización, no lo que dices ser.
A continuación, te compartimos cuatro claves para construir un employer branding coherente, estratégico y, sobre todo, atractivo para el talento de hoy.
1. Tu cultura no es una frase bonita. Es una experiencia compartida
Uno de los errores más comunes es pensar que la cultura empresarial se define a través de un documento o una frase inspiradora en la web corporativa.
La realidad es que la cultura no es lo que se dice, sino lo que se hace. Es lo que las personas viven en su día a día, cómo se comunican los equipos, cómo se toman las decisiones y qué comportamientos se premian o se toleran.
En este sentido, la cultura deja de ser un intangible para convertirse en una experiencia compartida que puede amplificarse con facilidad.
Hoy, los empleados tienen voz y herramientas para compartir su percepción: LinkedIn, plataformas como Glassdoor o simplemente una conversación informal con otras personas del sector. Si el relato oficial de la empresa no coincide con la experiencia real de quienes forman parte de ella, esa incoherencia impacta directamente en la credibilidad de la marca empleadora.
¿Cómo actuar?
- Escuchar activamente a los equipos mediante encuestas, reuniones o herramientas de feedback continuo.
- Actuar sobre los resultados de esas conversaciones, evitando que el feedback quede en papel mojado.
- Asegurarse de que los valores no solo se comuniquen, sino que estén presentes en la toma de decisiones, en la gestión del talento y en la manera de liderar.
Construir una cultura sólida no significa parecerse a otras empresas, sino entender qué hace única a la organización y trabajar sobre ello con autenticidad.
2. El talento no quiere un contrato. Quiere un proyecto de vida
Según datos de LinkedIn, el 61 % de los profesionales cambiaría de trabajo si encontrara una empresa más alineada con sus valores. Este dato debería hacernos reflexionar: el salario ya no es el único motor. Tampoco lo son los beneficios “cool”.
¿Qué busca el talento de 2025?
- Crecimiento real. Oportunidades de desarrollo, tanto vertical como horizontal.
- Liderazgo accesible. Managers que escuchen, que acompañen, que impulsen.
- Entornos de confianza. Espacios donde se puede aportar, fallar, aprender y evolucionar.
La automatización y la inteligencia artificial están cambiando el mundo laboral. Y, frente a este nuevo panorama, los profesionales valoran especialmente a las empresas que apuestan por su empleabilidad.
Invertir en employer branding también es invertir en el futuro de tu equipo.
3. Comunicación interna: el canal que puede salvar (o hundir) tu cultura
La comunicación interna no va solo de enviar correos o publicar boletines. Es una herramienta clave para consolidar la cultura de la empresa y reforzar la marca empleadora. Sin embargo, en muchas organizaciones sigue siendo un canal unidireccional, con mensajes impersonales, boletines que nadie lee y reuniones que no fomentan el diálogo.
El verdadero problema aparece cuando los equipos se enteran de los cambios importantes por fuentes externas antes que por sus propios canales internos. Ahí ya no hablamos solo de un despiste, sino de un fallo estructural de comunicación.
Cuando está bien diseñada, la comunicación interna tiene un impacto directo: refuerza el sentido de pertenencia, mejora el clima laboral y contribuye al compromiso de los equipos.
Buenas prácticas para mejorar tu comunicación interna:
- Fomenta la conversación horizontal. Herramientas como foros, canales colaborativos o cafés virtuales pueden hacer maravillas.
- Sé transparente. La confianza se construye, especialmente cuando se comunica también en los momentos difíciles.
- Cuida el tono. La formalidad no está reñida con la cercanía. Puedes comunicar con agilidad, dinamismo e incluso humor, sin perder profesionalidad.
Y si hablamos de tendencias, una de las más interesantes en employer branding es la incorporación de influencers internos. No, no para hacer bailes en la oficina, sino para compartir de forma auténtica lo que viven en su día a día. Cada vez más empresas están dando voz a personas dentro de sus propios equipos que, de manera natural, comunican, inspiran y conectan con sus compañeros y con el exterior. Esta comunicación espontánea y real aporta una credibilidad que difícilmente se consigue con campañas tradicionales. Y en un momento en el que la transparencia y la cultura interna pesan más que nunca en la decisión de elegir dónde trabajar, esta estrategia se ha convertido en una auténtica mina de oro para construir una marca empleadora sólida desde dentro.
4. La formación ya no es un “beneficio”. Es una expectativa
El desarrollo profesional ya no es un “beneficio extra”. En plena era digital, la formación continua es una expectativa para cualquier perfil que aspire a crecer y mantenerse competitivo. Por ello, la inversión en aprendizaje y desarrollo se ha convertido en una herramienta estratégica dentro del employer branding.
¿Qué están haciendo las empresas top?
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Formaciones personalizadas, breves y útiles. Microlearning, itinerarios adaptados y aprendizaje a demanda.
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Plataformas intuitivas y móviles. Que se adapten al ritmo de cada persona, como Campus Vértice.
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Combinado aprendizaje individual con experiencias colaborativas. Espacios donde aprender en grupo, compartir conocimientos y resolver retos reales.
La marca empleadora no solo comunica lo que eres como empresa. También proyecta lo que puedes llegar a ser para quien forma parte de ella.
Cuando dices: “Aquí se viene a crecer”, estás transmitiendo un mensaje poderoso. Pero debes respaldarlo con acciones y recursos concretos.
Employer branding que se demuestra con hechos
El employer branding no es una campaña de marketing. Es el reflejo de cómo se vive el trabajo dentro de una organización. Y si las personas sienten que están creciendo, aprendiendo y evolucionando, serán las primeras en compartir esa experiencia con su entorno, amplificando de forma orgánica la reputación de la empresa.
En este sentido, la formación continua actúa como un catalizador silencioso pero potente: no siempre se ve desde fuera, pero se nota en los resultados, en la actitud del equipo y en la capacidad para atraer nuevos perfiles.
En Vértice eLearning te ayudamos a:
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Diseñar experiencias de formación alineadas con tu cultura organizativa.
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Potenciar la comunicación interna para mejorar la conexión entre personas y propósito.
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Convertir tu marca empleadora en una propuesta de valor real, no solo en una campaña.
Porque no se trata de parecer una gran empresa. Se trata de serlo. Y eso, se construye desde dentro.
¿Empezamos a trabajar juntos tu employer branding?
En Vértice eLearning estamos listos para ayudarte a construir una estrategia de employer branding que atraiga, conecte y fidelice talento. Escríbenos y cuéntanos en qué punto estás. Juntos podemos transformar la forma en la que tu empresa se comunica y se proyecta.