La formación práctica en “zapatillas de estar por casa”
Si intento imaginar al alumno profesional del futuro (cada vez más presente), a la mente me viene una imagen muy particular, lo denomino “alumno vintage”, os sonará, os lo voy a intentar describir: un señor en el sillón de su casa, con su chándal cómodo algo cedido del uso diario al que tiene un gran apego, sus zapatillas de paño con cuadros escoceses abiertas por el talón, una lata de refresco en la mesita, su tablet de última generación a la que no puede quitar ojo porque su hijos intentan arrebatar al descuido y unos cascos aerodinámicos que se acoplan a su oreja como si estuviesen hechos a medida.
Unimos lo tradicional y lo nuevo sin darnos cuenta, para satisfacer nuestras necesidades, incorporando la tecnología, buscando comodidades al tiempo que soluciones para exprimir el tiempo, mezclamos ocio, trabajo y familia intentando que en el balance del fin del día al apagar la luz la conclusión sea “he aprovechado el día”.
En la creación de la Metodología ONROOM va intrínseco dar respuesta, entre otras, a todas esas necesidades y cambios sociales, de forma que durante los años previos a ponerla en marcha, el reto y la obsesión siempre fue llevar la formación tradicional a cualquier rincón del mundo con las mismas prestaciones que una clase presencial tradicional pero para alumnos que estuvieran en zapatillas de estar por casa, que ponen en valor su tiempo.
Dentro del debate habitual entre formación online vs formación presencial, es habitual que salga a relucir un hilo de discusión, y es la creencia de que la formación práctica no se puede dar a través de una pantalla. ¿A caso no cogemos las recetas de prestigiosos cocineros que nos enseñan a hacer grandes guisos desde nuestro salón y las ponemos en práctica sin dejar atrás ni un detalle? ¿A caso no ponemos en práctica nuestros conocimientos haciendo un rosco cargado de letras por las tardes intrigados por las palabras que no sabemos intentando ganar? “El bote al que más sabe del salón”…
En Vértice Salud, formamos a profesionales que trabajan atendiendo a personas dentro del sector sociosanitario, damos un valor muy importante a la formación práctica, y las formación ONROOM nos ha permitido explicar por ejemplo en tiempo real, en un escenario real y con casos concretos, como se hace la movilización de un paciente, se aplica una cura o se realiza un vendaje, como se hace una cama o se atiende a un familiar de una persona con alzhéimer.
Las técnicas de enseñanza son iguales que en una formación presencial (observación, role-playing, resolución de casos, aplicación práctica de técnicas aprendidas…), el recurso metodológico lo elige el docente para enseñar la competencia de la forma que considera más conveniente para garantizar la adquisición por parte del alumno.
Soy un fiel admirador del alumno en zapatillas de andar por casa, porque es práctico, tiene muy desarrollado el sentido común, sabe lo que busca, derrocha eficacia y eficiencia para aprovechar a tope el día. ¿No os parece que estamos caminando hacia esta dirección?
Por Carlos Mejía | Fundación Vértice