La Formación, el nuevo ocio de las personas mayores
El día 1 de Octubre se celebró el Día Internacional de las Personas Mayores, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre las necesidades específicas de un colectivo cada vez más numeroso, sobre todo en los países más desarrollados. Factores como la baja natalidad y los avances sanitarios producen un proceso progresivo de envejecimiento de la población con un espectacular incremento del colectivo de mayores de 65 años.
La realidad y los datos actuales muestran que la población mayor se verá duplicada en 2050, por lo que se plantea un reto a las sociedades modernas, que van a tener que responder cuál es el papel de las personas que cumplen 60 años y que tienen una esperanza de vida media de 85, y su perfil nada tiene que ver con quienes alcanzaban esta edad hace unas décadas.
En torno a esta reflexión, se están dirigiendo varios estudios e investigaciones, porque parece crucial preguntarse qué hacen, qué expectativas tienen y cómo puede ampliarse la participación social de la población una vez que se separa del mercado de trabajo. Según el libro Las personas mayores que vienen. Autonomía Solidaridad y Participación social, elaborado por Fundación Pilares para la autonomía personal, existen tres indicadores que señalan tendencias de cambio claves en la caracterización futura de la población mayor:
- un más alto y llamativo nivel de estudios.
- utilización creciente de las TIC.
- ingresos más elevados.
Además, otra nota diferenciadora de las personas que conformarán la población mayor es la mayor participación las mujeres en el mercado laboral y un interés más alto por participar en actividades de participación social y voluntariado. Casi la mitad de los mayores estudiados, afirman que les gustaría recibir algún tipo de formación que les ayude a organizar su actividad y su tiempo durante la etapa de la jubilación o para iniciarse en tareas de voluntariado y participación social.
A la vista de estos datos, cabe pensar que quizá debemos trabajar para dotar a este colectivo de un nuevo papel, más activo y sobre todo, más participativo. Deberíamos ser inteligentes y saber utilizar el potencial de los “nuevos mayores” para enriquecer la sociedad, con nuevas expectativas y nuevas vías para fomentar el envejecimiento activo y la calidad de vida, a través de la participación activa.
¿Cuál creéis que puede ser el papel de las personas mayores en los próximos años? ¿Os parece buena idea plantear una nueva línea de formación dirigida a este colectivo antes de jubilarse que les prepare para vivir la nueva etapa de su vida de manera más plena?
Por Tania Cañas Montañés | Responsable Área de Atención Directa de Vértice Salud