La “cara B” del currículum

¿Mentir para empeorar tu currímulum? Parece una idea descabellada, incluso una paradoja, que en plena cultura de la formación se haya triplicado el número de candidatos que deciden maquillar en el currículum parte de su formación o experiencia laboral con el fin de no ser descartados, debido a su sobrecualificación, en el puesto al que optan. Esto es la otra cara del currículum: el ‘Curriculum B’.

La crisis laboral y el desempleo, ha llevado a los desempleados con alta cualificación y experiencia profesional a recurrir a puestos de menor rango o, incluso, no relacionados con su perfil con el único objetivo de encontrar un trabajo.

La mayoría de los que llevan a cabo ésta práctica optan por ocultar formación, experiencia y trayectoria. Una práctica muy común es la de eliminar másters o estudios de posgrado, cursos adicionales, o incluso el hecho de haber dirigido a personas en trabajos anteriores.

Pero, ¿hasta qué punto puede ser esto una buena idea? Incurrir en este tipo de práctica es un grave error, tanto para la empresa como para el candidato.

Como trabajador, ocupar un puesto de menor cualificación o responsabilidad puede ser la vía a un nivel de frustración y desmotivación. Algo que también salpica a la empresa llegando a influir en la productividad de ésta. También es destacable la pérdida de confianza de la empresa en el trabajador, ya que si la compañía llega a descubrir el “engaño”, se romperá el vínculo entre ellas y la posibilidad de futuros procesos laborales.

Además, ocupar un puesto por debajo de nuestras posibilidades y cualificación, deriva en la mayor parte de las veces en un alto porcentaje de rotación. Es decir, en cuanto el trabajador encuentra una oportunidad en un puesto de trabajo acorde a su formación, perspectivas y trayectoria profesional, abandonará el empleo para comenzar un nuevo proceso de selección más ajustado a su perfil.

Lo que si está claro es que todo vale menos mentir u ocultar. En lugar de enmascarar información en nuestro currículum lo idóneo es adaptar éste a cada una de las ofertas destacando los aspectos más acordes al perfil que busca la empresa pero sin ocultar información relevante. Es recomendable canalizar la experiencia profesional hacia el perfil que busca la empresa, desarrollando aquellas funciones o competencias necesarias para el puesto al que se quiere acceder.

Ante todo, sinceridad. La transparencia en el currículum y en la posible entrevista personal posterior es un valor primordial en cualquier circunstancia. Ya saben lo que dicen: “El secreto del éxito es la sinceridad”. Empecemos por nuestro currículum.

Por Anna Jiménez  | Fundación Vértice