Quiero ser emprendedor, ¿qué hago?

Tengo una buena idea y quiero ser emprendedor, pero… ¿qué hago? La apuesta de muchos en época de crisis pasa necesariamente por emprender y montar su propio negocio. Las startups están a la orden del día, la facilidad de creación y los bajos costes que necesitan hacen que sean un plato de buen gusto para muchos jóvenes que se encuentran perdidos en una época difícil o para aquellos que no encuentran su sitio y quieren seguir creciendo profesionalmente.

Tomar las riendas de tu futuro nunca es fácil y como todo comienzo requiere esfuerzo y creatividad. Parece que últimamente la creatividad lo es todo, pero en un mundo en el que todo está inventado, ¿qué hacemos sin esa dosis de creatividad tan necesaria? No podemos dar al público lo que ya tienen, así que nos toca pensar un poco y ofrecer algo diferente, novedoso, que consiga adentrarse en la mente del consumidor y se posicione de manera positiva. Sí… pero ¿Cómo empiezo?

Lo primero de todo, es la idea, parece obvio pero muchos comienzan el proyecto de emprender antes de tener si quiera una idea previa. Esa bombilla que se nos enciende un día tomando café o mientras vemos la tele, esa idea a la que nos agarramos como un clavo ardiendo debe ser nuestra razón de ser, debemos darle forma e ir poco a poco haciéndola tangible. Analizar los pros y los contras y ser objetivos con nosotros mismos para salvar un posible fracaso. Cientos de empresas luchan cada día por ser competitivos en un mercado abastecido de productos, por lo que tu primer paso como emprendedor debería responder positivamente a esta pregunta, ¿aporta mi idea una novedad para el consumidor?

Una vez determinada la idea, comienza a materializarla, busca todo lo que necesitas para hacerla real. La nueva ley de emprendedores (www.leydeemprendedores.es) te facilita en muchos aspectos los trámites legales, los procesos son de lo más sencillos y los costes, casi inexistentes. Es importante que encuentres un sitio adecuado donde realizar tu trabajo diario, ya sea desde casa o algún despacho de alquiler es importante que aprendas a percibir este nuevo periodo como un verdadero trabajo. Tú serás tu propio jefe y tendrás el horario que te apetezca, pero recuerda que sin esfuerzo no lo conseguirás, muchos emprendedores acaban abandonando su idea de negocio no porque no funcione, si no porque no le dedican el tiempo o la seriedad necesaria para materializar la idea e interiorizarla, al fin y al cabo, necesitamos creer en nosotros mismos y en que nuestro negocio es real, si no, ¿cómo vamos a convencer al usuario? Monta tu despacho, tu imagen corporativa, desarrolla un plan de ventas y marketing y define tu canal de distribución, pero sobre todo, dale rienda suelta de nuevo a tu imaginación para gestionar tu comunicación.

Llegados a este punto, la comunicación, es donde muchas start-up están triunfando. Las redes sociales ofrecen hoy en día un gran abanico de posibilidades para conseguir llegar a cientos de personas, una herramienta cómoda, eficaz y barata de dar a conocer tus servicios y captar nuevos clientes, siempre y cuando sepas cómo utilizarlas.

Déjate asesorar e invierte un poco de tiempo y recursos económicos en un experto que te ayude a dirigir tu comunicación online, diseñe una web o cree una estrategia en redes sociales para tu empresa. Tener una página web es importante, pero no hace falta ser un experto en programación o diseño web si aprendemos a utilizar gestores de contenidos como blogger o wordpress si previamente un experto nos facilita el trabajo duro. Gestionar nuestras redes sociales es importante, nadie mejor que nosotros conocerá nuestra empresa, pero nadie mejor que un Social Media Strategist conocerá lo que funciona dentro del mundo online y de la comunidad de usuarios de cada red. Por ello, déjate asesorar y si es posible hazte con el mando de tus redes, pero no olvides tu objetivo principal, desarrollar tu negocio.

Y hablando de objetivos, llegamos a un último punto importante, fija tus objetivos. La mayoría de los negocios cumplen muy bien los primeros puntos, pero se quedan estancados. Ser emprendedor significa ir más allá, ser inconformista y buscar siempre nuevas formas de reinventar nuestro modelo de negocio para seguir creciendo. Fija unos objetivos reales, alcanzables y medibles y CONSÍGUELOS, el éxito de tu empresa depende de ello.

Como ves, todo puede resultar muy sencillo si tenemos convicción y una buena idea. ¿Quieres emprender? Es tu momento, lucha por ello.

 Por Belén Cantos | Fundación Vértice